jueves, 6 de junio de 2013

EL REQUETEMUERTO, DE JOSÉ PULIDO y las tres muertes del pintor de vaginas




Alfonso Molina

http://ideasdebabel.wordpress.com/2013/06/03/el-requetemuerto-jose-pulido-y-las-tres-muertes-del-pintor-de-vaginas-por-alfonso-molina/#more-28176

Una víctima, tres criminales, muchas vulvas y una investigadora policial lógica y precisa convergen en una oscura trama de venganzas y pasiones que José Pulido (Villa de Cura, 1945) desarrolla en El requetemuerto, su último trabajo narrativo, inserto en la colección de novela negra Vértigo de Ediciones B Venezuela. Una singular figura femenina, la comisario de Homicidios Nedytza Yamilet Samarcanda López, desentraña un caso policial con características muy masculinas. El asesinato de Aníbal Milesio, artista obsesionado con las vaginas, tanto en su obra plástica como en su vida privada, constituye el punto de partida de un estudio de ciertas patologías contemporáneas. Sujeto y objeto de una indagación más allá de lo judicial, una y otro se definen como los polos personales de una historia muy particular. Tres acciones convergen alrededor de un mismo crimen y solo la agudeza de la Jefa Samarcanda logra descifrar el enigma. Eso sí, con la remota ayuda de William Shakespeare, ni más ni menos.

He apreciado en la narrativa de Pulido un definido contraste con su obra poética, sin convertirse en ruptura. Trabajos como Pelo blanco (Planeta, 1987), Una mazurkita en la mayor (Planeta, 1989) o Los mágicos (Monte Ávila Editorial Latinoamericana, 1999) comparten sensibilidades con Los poseídos (Pavilo, 1999), Peregrino de vidriera (Pavilo, 2001) y Duermevela (Pavilo, 2004), aunque obviamente transitan senderos diferentes. Concluyo la lectura de El requetemuerto y no puedo dejar de evocar La canción del ciempiés (Alfadil, colección Alfa 7, 2004) pues ambas se inscriben en la vertiente de la novela negra, entendida en términos muy amplios, y se alejan del trasfondo histórico de
Pelo blanco y Mazurkita, dos expresiones de su novelística temprana nutridas de su condición de periodista. Pero esta vez Pulido se aleja de La Habana y se inserta en una Caracas donde moran personajes anónimos al lado de celebridades en una danza de pasiones y deseos de venganza.

La novela descansa fundamentalmente sobre el dibujo de dos personajes distantes y diferentes, cuyas vidas nunca se cruzaron hasta la fatídica noche el crimen. Nedytza Yamilet Samarcanda López es una mujer fascinante y misteriosa, de inteligencia y cultura poco común, ajena a las prácticas policiales tradicionales, dispuesta a llegar al fondo del crimen. Nadie conoce su afectividad. Ni siquiera su hermano Toto. En cambio Aníbal Milesio padece la poderosa tiranía del egocentrismo y sus consecuencias, como artista y como hombre. Se fundamenta en la obra fotográfica de Nelson Garrido para desarrollar su propio trabajo pictórico, poblado de vaginas intervenidas y sembrado de delaciones sin pudor. Manipulador de intensa avidez sexual no guarda escrúpulos ni lealtades. Ni a sus mujeres ni a sus amigos. Dicho de forma rápida, merecía su muerte. O sus muertes … porque sufrió tres atentados. Cada uno de estos personajes representa una postura ética distinta y una conducta personal divergente. Los unió el crimen. Milesio jamás conoció a Samarcanda. Ésta nunca estrechó la mano de aquél. Pero sí supo desarticular su asesinato y las motivaciones de quienes lo perpetraron.

Entre ambos Pulido teje una red de personajes secundarios, cuyos aportes a la trama se entrelazan con pinzas de forma relevante. No por secundarios dejan de ser importantes, particularmente por la sordidez de sus experiencias. La sufrida Herminia Constanza y su desalmado hijo Yéison Jarvar, los fieles detectives Bruno Almendáriz y Alfredito Borgoña, los calenturientos Minerva y Efra, el cornudo Arcadio Torrentes, compadre de Milesio, su infiel esposa Edelmira, comadre de Milesio, y su desenfrenada hija Ceylanis, ahijada de Milesio, la amante Mariam y su madre también amante de Milesio, conforman un cuadro humano desolador e irremediable. Las motivaciones personales se cruzan, coinciden, se desplazan alrededor de un mismo cadáver. Al final, la lógica implacable de la Jefa Samarcanda extenderá ante los ojos de todos la solución del caso.

Sexo, violencia, locura y traición arropan la historia. El requetemuerto se nutre de la preceptiva básica del género, sobre todo en la estructura del relato, pero introduce elementos innovadores a través de su heroína. Kant, Leibniz, Chuang Tzu y el Ricardo III del propio Shakespeare conforman su universo intelectual y sus referencias de la lógica, la estética y la ética. Nedytza Yamilet Samarcanda López tiene su propia vida, muchos libros, un padre con una doble vida, un medio hermano convertido en su protector y una ausencia afectiva de mujer solitaria. Un personaje tan particular exige su propia vida en otras novelas.

EL REQUETEMUERTO, de José Pulido. Ediciones B Venezuela, Caracas, 2012.

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